"Puedo soportar una golpiza, pero no tengo paciencia para la mala calidad en la artesanía."

Entendiendo esta cita

Westinghouse no era ajeno a la adversidad. Las competencias, las batallas legales y las duras realidades de la expansión industrial eran parte integral de su viaje. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, mantuvo un compromiso inquebrantable con la calidad.