Esta cita encapsula el enfoque práctico de la Madre Teresa hacia las relaciones humanas y el servicio. A través de su trabajo con personas de diferentes culturas, religiones y clases sociales, observó cómo el juicio crea barreras para la conexión auténtica y la compasión. La afirmación nos desafía a ir más allá de las evaluaciones superficiales y los prejuicios que impiden una comprensión y empatía genuinas. La Madre Teresa demostró este principio al servir a todas las personas sin importar su origen, mostrando cómo suspender el juicio abre la puerta a una conexión humana significativa y a un servicio efectivo.