"No importa cuán despacio vayas, lo importante es que no te detengas."
Entendiendo esta cita
En un mundo obsesionado con el éxito rápido y la gratificación instantánea, a menudo olvidamos que el verdadero progreso es un proceso gradual. Confucio nos recuerda que la persistencia supera a la velocidad. Cada pequeño paso adelante es una victoria contra la estancación. ¿Somos lo suficientemente pacientes para valorar el progreso constante sobre los logros efímeros?