"¡Qué era tan triste! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio."

Entendiendo esta cita

Esta observación proviene de la perspectiva única de Einstein como tanto un científico innovador como una víctima del antisemitismo. Habiendo desarrollado teorías que condujeron a la fisión atómica mientras también experimentaba la persecución que lo obligó a huir de la Alemania nazi, Einstein reconoció el contraste entre el rápido progreso tecnológico y la evolución social más lenta. La explicación refleja su frustración con la capacidad de la humanidad para avanzar científicamente mientras se aferra a prejuicios sociales destructivos.