Las palabras de Nietzsche sugieren que la agitación y el desorden interior pueden dar lugar al nacimiento de algo hermoso y luminoso. Así como las estrellas emergen del colapso caótico de polvo y gas cósmico, nuestras luchas internas pueden encender chispas de inspiración. ¿Podría ser que abrazar el caos dentro de nosotros sea esencial para un verdadero brillo creativo?