Esta cita de Picasso revela una verdad fundamental sobre la maestría y la innovación en cualquier campo. Basándose en su propio recorrido como artista, donde dominó técnicas tradicionales antes de desarrollar estilos revolucionarios como el Cubismo, Picasso enfatiza que la verdadera innovación requiere una comprensión profunda de los fundamentos. Esta percepción se aplica más allá del arte a cualquier búsqueda creativa o profesional, sugiriendo que la ruptura significativa de las reglas solo ocurre después de una maestría exhaustiva de las convenciones. La cita enseña que la creatividad revolucionaria no se trata de una rebelión ignorante, sino de trascender las convenciones a través de una comprensión profunda.