"La moralidad es simplemente la actitud que adoptamos hacia las personas que personalmente no nos agradan."
Entendiendo esta cita
Wilde ofrece una visión cínica de la moralidad, sugiriendo que nuestros juicios éticos a menudo están contaminados por sesgos personales. En lugar de ser estándares objetivos, la moral se convierte en herramientas para justificar nuestros desagrados. Esta perspectiva nos desafía a examinar la equidad y la coherencia de nuestras brújulas morales.